Se tendió sobre la cama mirando el techo, tratando de no pensar en nada. Se quedó ahí por un rato, inmóvil. Comenzó a darle sueño, así que fue a la cocina y se preparó un café. Se sentó a beberlo lentamente. A través de la ventana, podía ver las largas briznas de pasto meciéndose al compás del viento. Luego se levantó, salió al patio y fumó un cigarrillo. Lo apagó en el cenicero y volvió a entrar. Se sentó nuevamente, tomó el lápiz y el cuaderno verde y escribió “se tendió sobre la cama mirando el techo…”
Círculo
Por Mujer Imaginaria