El Árbol

Por Pierangeli

La mamá le dijo “acompañame al minimarket ,no nos demoramos nada” para sacarlo un rato del play… el niño no muy de buenas salio al antejardín encandilado por el fuerte sol veraniego. Antes de llegar, el pequeño Julián se desvió unos metros a un espacio donde solía jugar con sus amigos de la villa, cuando según él, era “chico”, con sus 10 años ya se sentía “grande”, como todos los de su edad…

El lugar estaba desolado, seco y el Árbol que los cobijaba cuando jugaban a las “escondidas” antes, estaba casi seco. El corazón de Julián latió mas rápido conmovido por el agonizante Ser que parecía pedir piedad.

Julián había visto un documental en el History en el que se decía que los Arboles se comunicaban unos con otros por medio de sus raíces y que formaban una red de Vida y Consciencia diferente a la humana, pero no menos válida… y hasta tal vez más!! Recordó esto, y se apresuró a decirle a su madre que ya venía de vuelta de comprar el pan, que lo dejara volver a regar al noble “Pirul” así lo nombró el pueblo mapuche, aunque los de la ciudad le decían “Pimiento”.

Así fue que el niño se contactó con sus amigos de la cuadra y se turnaban día a día para llevarle Agua al Árbol que Agradecido reverdeció y daba su amable sombra a los Pajaritos que trinaban alegres, y a los niños que volvieron a reunirse riendo y jugando bajo él, y dejaron al menos un poco de lado sus play

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